Francia y Dinamarca prometían en el duelo que dirimía el ganador del Grupo C: había voces que advertían sobre la posibilidad de que ambos se cuidaran y apostaran a un punto que aseguraba los objetivos de ambos. Uno puntero, el otro clasificado. Los peores presagios se confirmarían cuando rodó la pelota. Con algunos suplentes (lo que no sirve de excusa) aburrieron y protagonizaron el primer 0 a 0 del torneo. Escasas llegadas, poca convicción y nulas voluntades. Para muestra de lo planteado, bastó con escuchar los silbidos del público sobre el cierre. A nadie le agradó pagar entradas suculentas para llevarse de recuerdo un entrenamiento a pruebas abiertas.
Australia, con escasas chances de clasificar, se enfrentó a un Perú decidido a irse con algo. Los blanquirrojos exhibieron nuevamente su voluntad y actitud de los partidos anteriores, con la variante que hacía falta: gol. A los dieciocho Guerrero habilitó a Carrillo para el primero. El propio delantero ampliaría a los cinco del complemento. Fue un premio para la lucha de este astro peruano, que peleó por obtener un lugar en esta cita deportiva y coronó ese esfuerzo con actuaciones dignas de su leyenda. Se desconoce la continuidad o no de Gareca, pero los suyos cerraron esta página con su primer triunfo en cuarenta años (en el 82 no pudieron ganar ningún encuentro).
En el segundo turno, nuestro país se paralizó como pocas veces. Había que vencer a Nigeria con la oreja puesta en el partido entre Islandia y Croacia. Messi disipó los fantasmas de entrada, marcando un golazo tras una enorme asistencia-lanzamiento de su nuevo socio, Banega. El primer tiempo de los de Sampaoli se quedó corto: Argentina pudo haber sacado más ventaja y empezar a relajarse, pero se fue al descanso con ventaja mínima. De esas que se pueden terminar pagando caro. Mientras tanto, el otro encuentro seguía sin goles.
El complemento derrumbó todo lo hecho. Una falta menor de Mascherano, derivó en un penal "Made in VAR" que convirtió Moses. El bicampeón mundial se derrumbó. Hubo buenas intenciones pero el juego se nubló. Aparecieron los nervios, la desesperación y los africanos comenzaron a animarse. Tranquilizó Croacia poniéndose en ventaja, pero mientras la albiceleste no encontraba los caminos, Islandia empató.
El ex entrandor de Chile mandó a la cancha a Meza, Pavón y a Aguero. Las soluciones seguían sin aparecer. Todo se hacía cuesta arriba, más aún tras un buen desborde de Rojo desperdiciado por Higuaín. Encima que las chances escaseaban, la única se malograba.
Sin embargo, Mercado no perdio la fe y fue para adelante con convicción. Mandó un centro al corazn del área y encontró a Rojo en posición de centrodelantero. El central, quien estaba entre Aguero y el delantero de la Juventus (los dos 9 en cancha) empalmó la pelota de derecha (demasiado bien siendo zurdo) y desató la euforia a sólo cuatro minutos del final. La alegría desatada dio cuenta de las enormes dificultades.
Luego fue tiempo de hacer correr los minutos restantes y esperar la mano croata, que se vería incrementada por el segundo gol, obra de Perisic. Con el aporte menos pensado, Argentina se situó en octavos de final y evitó la catástrofe. Se enfrentará a Francia, mientras que Dinamarca chocará contra Croacia, cruce que seguramente ve con buenos ojos tras arribar a Rusia esperando un cruce con Messi.
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