Bautismo de las jornadas cuádruples. Dos partidos por grupo, a la misma hora para definir simultáneamente los clasificados. En el A, Rusia y Uruguay sólo se enfrentaron para determinar quién sería el líder. El envión local, impulsado por las dos goleadas previas, sufrió un serio sacudón. Los de Tabárez demoraron sólo diez minutos en imponer condiciones. Suárez marcó por segundo partido consecutivo, demostrando su vigencia (tres Copas al hilo marcando). A los veintitrés, un tiro de Laxalt desviado en Cheryshev fue el segundo. El dominio era claro y no admitía muchos reclamos. Y se acentuaría a los treinta y seis, cuando Smolnikov que fue por doble amarilla.
El complemento mostró a la Celeste regulando pero sin aflojar. Cavani tuvo un premio a su enorme esfuerzo (hace un desgaste fenomenal ayudando a Suárez pero más aún colaborando en mitad de cancha) y metió el tercero. Los anfitriones se quedaron golpeados pero tuvieron un baño de realidad: ante un equipo con pretensiones y calidad, la ecuación cambia.
Simultáneamente, los eliminados Egipto y Arabia Saudita disputaban el clásico partido "por el honor". En el duelo de entrenadores argentinos, sería el machucado Pizzi (muy en duda tras el 0-5 del arranque) quien sonreiría.
Arrancó arriba el equipo de Cúper, con otro gol (golazo) de un recuperado Salah. El delantero del Liverpool tuvo otra más, pero falló. De todas formas, los suyos gobernaron el primer tiempo y pudieron obtener más. A los cuarenta, El Hadary amplió su participación récord (su titularidad lo convirtió en el jugador más viejo en disputar un mundial) atajándole un penal a Al Muwallad. Los Faraones seguían arriba. Duró poco, ya que seis minutos se cobró otra pena máxima. Pese a que el VAR podía demostrar que no fue falta, el juez Roldán no revirtió su fallo y Al Faraj empató.
La floja prestación de los verdes se revirtió en el complemento. Con sus limitaciones, exigieron al lóngevo arquero y lo convirtieron en figura. Luego se fueron quedando, pero sin resignarse. Por eso llegaron al cuarto minuto de descuento con la voluntad suficiente para ganarlo. Al Dawsari coronó una buena combinación y fue victoria árabe en el duelo argento.
El Grupo B aparentaba ser previsible, pero se puso inesperadamente vibrante. España sufrió horrores para alcanzar un empate frente a Marruecos. Arrancó abajo tras el gol de Boutaib a los catorce. Isco empató cinco minutos más tarde, trayendo tranquilidad. Pero esa calma apenas tuvo que ver con el resultado, porque los africanos mantuvieron el dominio y jugaron con un desenfado que no se condecía con su situación, siendo el único equipo ya eliminado de esa zona.
La falta de claridad de los de Hierro se veía en las enormes dificultades que tuvieron para hilvanar un juego fluído. Sobraron imprecisiones y rendimientos flojos. Sólo el autor del gol estaba a la altura. Por eso fue que Nesiry puso el 2-1 y no sorprendió a nadie. El ingreso de Aspas le permitió ser el autor del empate en dos, tras un momento de tensión tras esperar el dictamen del VAR. El empate dejó primera a La Furia, pero totalmente desmaquillada.
Y si los españoles tuvieron quedaron primeros fue porque Portugal también igualó y de forma deslucida ante Irán. Pudo desnivelar recién en el cierre de la etapa inicial, gracias a un lindo gol de Quaresma. Antes habían manejado el trámite, pero sin contundencia.
El segundo tiempo tuvo a un Ronaldo con varias aristas. Erró un penal que le habían hecho y luego casi se va expulsado. El partido se moría con triunfo luso y buenas intenciones iraníes. Sin embargo, una mano de Cedric permitió el empate de Ansarifard a los noventa y tres. Lo que parecía controlado casi muta en tragedia: Taremi tuvo la última y casi los deja afuera. Pegó en el costado externo de la red y permitió que Cristiano siga en la competición. Parece que no puede tomarse un respiro sin que se le complique a su selección.
Los duelos que se vienen enfrentarán al local Rusia con España y a Portugal con Uruguay. Cruce de canddiatos y un colado: nada menos que el local.
La floja prestación de los verdes se revirtió en el complemento. Con sus limitaciones, exigieron al lóngevo arquero y lo convirtieron en figura. Luego se fueron quedando, pero sin resignarse. Por eso llegaron al cuarto minuto de descuento con la voluntad suficiente para ganarlo. Al Dawsari coronó una buena combinación y fue victoria árabe en el duelo argento.
El Grupo B aparentaba ser previsible, pero se puso inesperadamente vibrante. España sufrió horrores para alcanzar un empate frente a Marruecos. Arrancó abajo tras el gol de Boutaib a los catorce. Isco empató cinco minutos más tarde, trayendo tranquilidad. Pero esa calma apenas tuvo que ver con el resultado, porque los africanos mantuvieron el dominio y jugaron con un desenfado que no se condecía con su situación, siendo el único equipo ya eliminado de esa zona.
La falta de claridad de los de Hierro se veía en las enormes dificultades que tuvieron para hilvanar un juego fluído. Sobraron imprecisiones y rendimientos flojos. Sólo el autor del gol estaba a la altura. Por eso fue que Nesiry puso el 2-1 y no sorprendió a nadie. El ingreso de Aspas le permitió ser el autor del empate en dos, tras un momento de tensión tras esperar el dictamen del VAR. El empate dejó primera a La Furia, pero totalmente desmaquillada.
Y si los españoles tuvieron quedaron primeros fue porque Portugal también igualó y de forma deslucida ante Irán. Pudo desnivelar recién en el cierre de la etapa inicial, gracias a un lindo gol de Quaresma. Antes habían manejado el trámite, pero sin contundencia.
El segundo tiempo tuvo a un Ronaldo con varias aristas. Erró un penal que le habían hecho y luego casi se va expulsado. El partido se moría con triunfo luso y buenas intenciones iraníes. Sin embargo, una mano de Cedric permitió el empate de Ansarifard a los noventa y tres. Lo que parecía controlado casi muta en tragedia: Taremi tuvo la última y casi los deja afuera. Pegó en el costado externo de la red y permitió que Cristiano siga en la competición. Parece que no puede tomarse un respiro sin que se le complique a su selección.
Los duelos que se vienen enfrentarán al local Rusia con España y a Portugal con Uruguay. Cruce de canddiatos y un colado: nada menos que el local.
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