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LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO

A Los Pumas los idolatraron "cantar el himno a los gritos" y "poner huevo" (en un deporte de contacto, donde el que menos huevos pone es capaz de mover una manzana entera). Después, se los bastardeó porque "no ganaban nada".



Ahora, el nuevo ícono de la grandeza agentina es Mascherano. ¿Por su capacidad de jugar en varios puestos? ¿Por su forma de robar y presionar en el medio? No, porque "llora" y "alienta a los compañeros". Esa es la imagen que emergió como redituable y se repite hasta el infinito. ¿Alguien analiza su juego? (enorme jugador, por cierto) ¿Se convirtió en un "Tévez 2"? La cuestión es que ya no importa como juegues. Los medios, las redes sociales y el cada vez menor interés por lo que pasa netamente en la cancha, permiten que cada TV tenga instalado un medidor que determina quien siente más la camiseta y quien es más amargo. A partir de ahí, sabemos donde direccionar nuestras broncas, siempre tan legitimas.


Igual, si el medidor se rompe, sepan que el que canta fuerte el himno y llora más en la derrota , es el que vale. Ni hablar el que juega lesionado (aunque perjudique al equipo). Al resto, todo le chupa un huevo.

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