Chile derrotó a Argentina 4-1 en los penales y se llevó su primer Copa América, como local.
El partido tuvo lo que se esperaba. Inicialmente, Chile presionó e impuso su ritmo. Tuvo una intensidad tal vez inesperada (al menos por lo duradera). No supo qué hacer cuando se acercó al área argentina. Resolvió mal, resolvió poco. Argentina se las ingenió para tener chances claras a partir de Aguero, Lavezzi y sobre el filo de los 90, de Higuaín. Las tres, muchísimo más peligrosas que las de los locales.
No se puede precisar "qué" debió hacer Martino, pero en el debe le queda la capacidad de torcer el rumbo. Si bien la Colombia de Pekerman fue claramente superada en la semifinal, el DT no tuvo problemas en sacar a Teo para equilibrar un partido totalmente descompensado. Argentina no puedo hacer pie firme nunca, más allá de los momentos en los que Chile aflojó. No supo salir de la presión, no supo sacar el jugo de sus (pocos) momentos en el partido y no impuso su ritmo prácticamente nunca.
Chile cortó con falta (a veces cobradas, otras no) sistemáticamente, sobre todo a Messi. Pero no sólo fueron eso. Tuvieron un despliegue generoso, un esquema que fallaba en ataque pero que se sostenía detrás. Sabían a que jugaban y equilibraron un partido que, por nombres, les era desfavorables.
Entre los puntos altos de Argentina se ubicarían los centrales, que sostuvieron el cero en los peores momentos. Lo de Otamendi fue superlativo y ratifica el ascenso que venía desde el Valencia. La salida temprana de Di María por lesión deja una duda parcial. Su continuidad garantizaba algunas cosas, sin obviar que la versión actual del jugador del United pecaba en exceso de individualismo y decisiones poco lúcidas (algo de eso hubo en la jugada del tirón)
El DT argentino apostó primero al nombre por nombre. Cuando entró Higuaín por Aguero, se intentó mejorar a partir del salto cualitativo que pudiera dar un jugador por sobre otro, sin atender a las deficiencias del sistema, que no variaron en los comienzos de ninguno de los tiempos jugados. Banega por Pastore si fue un cambio para mover algo del planteo (poner a Lamela o en menor medida a Tévez, hubiera sido seguir en lo mismo). Pero no hubo avances sustanciales en la materia que el equipo venía de aprobar anteriormente (juego) y superar ampliamente contra Paraguay (goles)
Queda un sabor amargo dado que el camino hacia la final venía en ascenso. Es inevitable advertir que Messi jamás será el mismo de Barcelona si no encuentra intérpretes similares. Y esquemas que saquen lo mismo de él. El desafío (que viene de larga data) es lograr algún planteo que saque lo mejor de Lionel pero también de los demás. Teniendo a Aguero, Di María, Tévez e Higuaín, si el potencial de ataque descansa en las posibilidades del astro de evadir rivales y falta sistemáticas, otra vez apostamos a la heroica. Esa que consiste en superar adversidades (muchas veces autogeneradas) cuando ganar a veces consiste en no tenerlas.
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